El pasado 11 de enero los bolivianos volvieron a unirse para el polémico festejo del Día del Acullico o Acusi. En la festividad se conmemoró la relación ancestral del país con el cultivo y consumo de la hoja de coca.
La coca tradicionalmente se emplea como alivio para el malestar por la altura, como un estimulante ligero y para tratar otras enfermedades. También es la base de algunos productos como jabones o bebidas.
En el resto del mundo, la hoja de coca carga con el estigma de ser ingrediente esencial para la fabricación de la cocaína.
Desde 1961 fue declarada como un estupefaciente ilegal por la convención de las Naciones Unidas, junto a la cocaína, el opio, la heroína y otras drogas sintéticas. Bolivia se adhirió a la convención bajo la condición «de excluir el mascado de las hojas en todo su territorio«.
Más de 60 años después de la convención, el presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, anunció recientemente una campaña para desclasificar la hoja de coca como estupefaciente, lo que abriría las puertas a su comercio legal.
El mandatario boliviano y los comerciantes de este producto esperan que otros países, donde también se acostumbra mascar la hoja, se sumen al objetivo.
Juan Ino Mamaní, quien contó detalles de la campaña mundial que propone eliminar la estigmatización, exponer sus cualidades naturales, y por último industrializar la hoja de coca.
Mamaní habló también de las actividades conmemorativas que se realizarán este mes en ciudad Perico, entre otras.
Fuente: lavozdejujuy.com
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