La visita de la Ministra de Salud Carla Vizzoti en Jujuy tiene un impacto positivo ya que tener disponibles 11 ambulancias, financiadas por el Gobierno Nacional y entregadas por ella personalmente en nuestra provincia, es un avance importante en el equipamiento del sistema sanitario y literalmente salvarán vidas.
Con una agenda totalmente coordinada por el Ministro local Buljubasich, el acto central fue la recepción de las ambulancias donde el Gobernador Morales nos sorprendió por estar en Jujuy en un alto de su campaña presidencial con recursos de los jujeños. Pero puso condiciones: no podrían asistir ningún representante del peronismo a ninguno de los actos.
Esto fue una bomba para todos los dirigentes jujeños que entienden ya largada la campaña electoral provincial, a 3 meses de la fecha en que se definirá nuestro futuro; fue un destrato directo de la Ministra Vizzoti y una provocación soberbia del gobernador y muestra claramente la falta de visión política de un Gobierno Nacional que mira a nuestra provincia con los ojos de Gerardo Morales.
Y junto con las ambulancias llego la cachetada a todo el peronismo jujeño, que buscó participar de los actos, recibir a la Ministra con una reunión el miércoles antes de iniciar su agenda o por lo menos tener una parada en Monterrico antes de regresar a BA en el municipio comandado por el Intendente Nilson Ortega y Presidente del Congreso del PJ, entregando allí una de las ambulancias que tenían a la localidad como destinataria.
La respuesta fue un no rotundo a cualquiera de las opciones. La Ministra ignoro todos los pedidos con la excusa de la interna peronista jujeña, por todos conocida; como si ella misma no fuera presa de un gobierno nacional plagado de internas, a punto tal que por orden del Presidente tuvo que suspender actos similares en Mendoza x el enfrentamiento en esa provincia con La Campora que comanda el PJ mendocino.
Dicen que todos operaron para tener la foto, desde el ofendido Senador mandando mensajes y amenazas por WhatsApp hasta la Diputada Moisés que utilizo todos sus resortes con la Casa Rosada para recibir una respuesta, pasando por Ruben Rivarola que propuso incluso un almuerzo en Palpala, y como ya dijimos, Nilson Ortega esperando ser el «imparcial» anfitrión.
Otra de las razones de Vizzoti es que entiende que sus actos son institucionales y pertenecen puramente a la gestión sanitaria nacional. Pasó lo mismo en Corrientes donde recibió duras críticas por su actitud y de postre después de irse el Gobernador Valdez, socio y amigo de Morales ni siquiera le agradeció.
En Salta también, todos los peronistas se quedaron afuera, salvo el Senador Oso Leavy que apareció y se sentó en primera fila. Todas escenas que en las culturas políticas provinciales no se comprenden, salvo como gestos de un centralismo porteño que aún con una política sanitaria federal como ésta, llega para la foto y se va, sin escuchar ni atender las verdaderas problemáticas del sistema sanitario.
En Jujuy nada dijo la Ministra del negreo a las enfermeras, que cobran x 6 hs diarias como monotributistas pero las hacen trabajar 8 hs más las guardias; ningún mensaje para los médicos y profesionales autoconvocados que terminaron el año rogando una mejora salarial; ni se fijo en el desastre de la infraestructura de los hospitales de El Talar o San Pedro. En cambio, aplaudió el verso de Morales comprando su discurso único y opuesto a la realidad.
El gobierno nacional llega poco a Jujuy, y cuando lo hace llega sólo a hacerle campaña a Morales, que a su vez no para de atacar a Alberto Fernández y de perseguir a cualquier jujeño que se anime a enfrentarlo. Podrían empezar a pensar en los propios y dejar de alimentar a sus enemigos.
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